Génesis 1:21-25Reina-Valera 1960 (RVR1960)
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Dios crea a todos los seres vivos en familias (géneros) e inicialmente establece para cada familia toda la información de base genética dentro de la cual la familia puede experimentar transformación.
Es decir, la información genética básica dentro de la cual la familia puede sufrir transformación fue cargada por Dios inicialmente en los primeros individuos representantes de cada familia y cuando se inició el proceso de multiplicación esta información comenzó a manifestarse en los descendientes en varias combinaciones.
La evolución no existe y solo hay un proceso de divulgación de la información que originalmente estaba disponible. Dios originalmente planeó proporcionar diversidad dentro de cada familia de los seres vivientes y Él en su sabiduría proveyó la habilidad en cada familia de adaptarse a las cambiantes condiciones externas del hábitat porque sabía que el ambiente externo cambiaría y los animales tendrían que adaptarse a diferentes condiciones de vida.